Las grandes novelas de aventuras escritas a lo largo de los siglos XIX y XX contaron con la aportación de grandes genios de la ilustración que las convirtieron en auténticas joyas ilustradas. Esta colección reúne en sus páginas interiores grabados de artistas como Bayard, Meryon, Vierge, Morin, Roux o Finnemore, entre otros.
La técnica del grabado fue especialmente fructífera en el período del Romanticismo, cuando adquirió su condición plena de género artístico. Su técnica y ejecución permitieron dar rienda suelta a los sentimientos, miedos y anhelos de cada novela, dotándolas de personalidad propia.